martes, 13 de noviembre de 2012

Trabajo Práctico N°2



Fragmentos de la novela “La hora de la estrella” de ClariceLispector 

*Pueden leer la novela completa en: http://www.slideshare.net/didierafranco/61727885-lispectorclaricelahoradelaestrellapdf

"¿Cómo es que yo sé todo lo que seguirá y que todavía desconozco, ya que nunca lo viví? Es que en una calle de Río de Janeiro, atrapé al vuelo el sentimiento de una muchacha nordestina. Sin decir que de niño yo me crié en el Nordeste. También sé de las cosas por estar viviendo. Quien vive sabe, aún sin saber que sabe. Así es que ustedes saben más de lo que imaginan aunque finjan que son sonsos.

Me propongo que lo que escriba no sea complejo, aunque me vea obligado a usar las palabras que ustedes sustentan. La historia -determino con falso libre arbitrio- tendrá unos siete personajes y yo soy uno de los más importantes de ellos, claro. Yo, Rodrigo S.M. Relato antiguo, éste, pues no quiero ser modernoso o inventar modernismos para parecer original. Por todo esto experimentaré contra mis hábitos una historia con un comienzo, medio y "gran final" seguido de silencio y lluvia que cae.

Como la nordestina, hay miles de chicas desparramadas por conventillos, en cuartos con cama, trabajando atrás de los mostradores. No advierten ni siquiera que son fácilmente sustituibles y que tanto podrían exisistir como no. Poco se quejan y, que yo sepa, ninguna protesta porque no saben a quién. 

Así es que esta historia estará hecha de palabras que se agrupan en frases de las que se volatiliza un sentido secreto que sobrepasa palabras y frases. Está claro que, como todo escritor, estoy tentado a usar términos suculentos: conozco adjetivos esplendorosos, carnosos sustantivos y verbos tan elegantes que atraviesan agudos el aire en busca de acción, ya que la palabra es acción, ¿o no están de acuerdo? pero no voy a adornar la palabra porque si llego a tocar en el pan de la muchacha, el pan se convertirá en oro y la joven (ella tiene diecinueve años) y la joven no podría morderlo y moriría de hambre. Tengo entonces que hablar de un modo sencillo para captar su delicada y vaga existencia. Me limito humildemente -aunque sin hacer ostentación de mi humildad que ya no sería humildad-, me limito a contar las pobres aventuras de una chica en una ciudad toda hecha contra ella. 

Juro que este libro está hecho sin palabras. Es una fotografía muda. Este libro es un silencio. Este libro es una pregunta.

Parece que estoy cambiando mi manera de escribir. Lo que pasa es solo quiero escribir lo que quiero, no soy un profesional y necesito hablar de esa nordestina sino me ahogo. Ella me acusa y el modo de defenderme es escribir sobre ella. Escribo con los trazos vivos y ríspidos de la pintura.

Ella había nacido con malos precedentes y ahora parecía una hija de no-sé-qué con aire de pedir disculpas por no ocupar un espacio. En el espejo, distraída, examinó de cerca las manchas de su cara. En Alagoas se llamaban panos, decían que venían del hígado. Ocultaba las manchas con una capa espesa de polvo blanco y, si se veía medio revocada, era mejor que verse pardusca. Toda ella estaba un poco sucia, porque raro era que se lavase. De día llevaba la falda y blusa y de noche dormía con la enagua. Una compañera de cuarto no sabía cómo advertirle que olía a mugre. Y como no sabía, se quedó en eso, porque tenía miedo de ofenderla. Nada en ella era iridiscente, aun cuando la piel de su cara tuviese entre las manchas un ligero brillo de ópalo. Pero no importaba. Nadie la miraba en la calle, ella era café frío.
Así pasaba el tiempo para esta chica. Se sonaba la nariz en el dobladillo de la enagua. No tenía esa cosa delicada que se llama encanto. Sólo yo la veo encantadora. Sólo yo, su autor, la amo. Sufro por ella. Y sólo yo puedo decirle así: "¿Qué habrá que me pidas llorando y yo no te dé cantando?" Esa muchacha no sabía que ella era lo que era, tal como un cachorro no sabe que es cachorro. Por eso no se sentía infeliz. Lo único que quería era vivir. No sabía para qué, no se lo preguntaba. Quién sabe, tal vez encontraba que había una ínfima gloria en vivir. Pensaba que una persona está obligada a ser feliz. De modo que lo era. ¿Antes de nacer ella era una idea? ¿Antes de nacer estaba muerta? ¿Y después de nacer iba a morir? Pero qué fina tajada de sandía."

***

1) ¿Qué similitudes encuentra entre los fragmentos de "La hora de la estrella" y el cuento "Una familia feliz"? (Prestar atención al narrador, las reflexiones sobre la escritura y la presentación de los personajes)

2) ¿Cuál es la diferencia entre la familia feliz del cuento y la nordestina de la novela?

3) ¿Cómo se relaciona el narrador con la nordestina? ¿Influye la primera percepción de ella con el desarrollo del personaje en el proceso de escritura?


jueves, 8 de noviembre de 2012

Trabajo Práctico N°1

Análisis del cuento "Una familia feliz" 

1) ¿Qué tipo de narrador tiene el cuento? 

2) ¿Cuáles son las relaciones que se establecen entre obras pictóricas (cuadros) y obras literarias?

3) ¿Cómo se vincula el título con el cuento? ¿Qué características tiene que tener una familia feliz?

4) ¿Cómo muestra el proceso de creación y producción de una obra literaria?